Una de paracaídas

Y es que después de ver este entrañable documento se explica uno porque dejo la brigada paracaidista antes si quiera de hacer ningún salto de prueba.

En serio y fuera de coñas, hay que estar bastante de la pinza para saltar desde un paracaídas con un trozo de tela en la espalda, confiar en que quien lo ha doblado lo haya hecho adecuadamente, confiar en que el mecanismo de apertura funcionará correctamente, confiar en que si falla el mecanismo de apertura del paracaídas principal funcione el de reserva, confiar en que no encontraras ningún cuerpo extraño según desciendes, confiar en que vas a aterrizar en una superficie adecuada y confiar en que vas a recordar tu entrenamiento y vas a doblar las piernas para no partirte las dos rodillas...