Divina de la muerte...

... o antes muerta que sencilla, como se prefiera.

Ya que recientes acontecimientos han adelantado mis participaciones en carnavales, me veo en la obligación de mostrar a aquellos que estén intrigados uno de esos disfraces.

De todos es sabido que el hombre siente alguna vez en su vida el gusanillo de vestirse de mujer. Y en mi caso tenia ganas de ponerme unos zapatos de plataforma, de cuando mi madre contaba 18 años. Bueno, de ponérmelos y salir por la calle con ellos, y saber que se siente midiendo 14 cm más de altura :P perversiones de ser bajo :D

Tras mucho discurrir en qué ocasión podría yo mismo calzarme tamaños zapatos, está vino sola. Y he aquí tres amigos, y uno comenta que podríamos disfrazarnos para los carnavales.

Creo que no pasó ni un segundo entero cuando ya estaba diciendo que nos disfrazásemos de lo que fuese, pero que yo tenia que llevar esas plataformas.

Poco tardamos en dar con la solución.

Después de unas cuantas transformaciones, y gracias a una madre con buena mano para el maquillaje y la ropa, uno quedo, pues eso, divina de la muerte.

Otro de los amigos tenia supremo intereses por la muerte, así que no hay mejor guisa que hacerse una guadaña y darle un poco a la pintura negra.

Y como al tercero le daba un poco de cosa eso de que le viesen disfrazado, pues se puso algo que pudiese permitirle salir y que nadie le reconociese.

Cuando salimos de casa, yo era la víctima, el del hacha el verdugo y el de la guadaña la muerte.

Al final de la noche, la muerte iba a su bola haciendo de las suyas, y yo termine de novia del verdugo, porque alguno empezó a hacer ofertas un tanto extrañas.

La verdad es que disfrutamos de lo lindo, y por otro lado, desde aquel día entendí lo que sufren las mujeres (y algunos hombre).

Lo de llevar falda en invierno es horroroso, las medias deberían ser de neopreno, o se podían inventar ropa interior con aire acondicionado.

Los tacones son mortales. Más de dos veces estuve a punto de dar con mis huesos en el suelo, gracias a que el verdugo es grande y me hacia de sujeción. Y de otra parte los pies se quedan destrozados, al final terminé llevando las plataformas en la mano.

Y lo del maquillaje ya es por demás. No te puedes rascar a gusto, a nada que haces te desgracias la cara y para colmo de males luego hay que limpiarse, y anda que sale fácil.

Amigas mías, os entiendo, respeto y admiro. El sufrir esto durante toda una vida no se paga con nada.

Por cierto, y para terminar, las uñas no son postizas :D