jueves, 25 de enero de 2007

Cinta para correr

De todos es sabido que algunas mentes despiertas y maravillosas crean esos aparatos de tortura que ponen en los gimnasios para que hagamos ejercicio cuando vamos.

He tenido relación directa, como usuario y profesional, con estos aparetejos y he de decir que hay que tener mucho cuidado con ellos.

Cuando vayáis a utilizar algún elemento de este tipo y no sepáis como funciona o no estéis seguros de para que sirve un botón, preguntad al encargado del gimnasio, por favor, os lo digo por vuestra propia seguridad.

Esto es un ejemplo de lo que ocurre cuando uno piensa que es capaz de valerselas por si mismo.


1 comentario:

MeTis dijo...

jiji, reconozco que la primera vez que me subi me paso algo parecido, pero yo disimilé un poco... me apoye con las manos en el reposabrazos y levante las piernas.. asi tenia tiempo de modificarlo si no me gustaba antes de poner los pies... no veas como cansa la maquinita¡¡¡

besos