miércoles, 7 de enero de 2009

llueve

cuando pongo el píe en la calle un cielo cubierto de grises y oscuras nubes se inclina ante mí para saludarme en la fría tarde.

la melodía de la música hace de combustible para el ingenio que permite a mis piernas desplazarme por las humedas calles. la gente comienza a amontonarse en las aceras, hoy es día de celebración, de magía para la ignorancia, de aquellos demasiado jovenes o ingenuos a los cuales la mentira les sigue encandilando. no comparto el entusiasmo, pero lo respeto.

hace poco que descubrí el lugar de mi peregrinación. nunca antes había estado, tuvieron que venir a enseñarmelo desde lejanas tierras. y desde entonces, cuando mi ser lo pide, acudo a meditar a este pequeño reducto, que desgarrando la asfixiante costra de acero y asfalto, se nos muestra en rincón de tranquilidad y color.

a mitad del camino recorrido recibo mi regalo. las gotas de lluvía comienzan a posarse sobre mi cabeza... llueve... y miro hacia las oscuras nubes para que el regalo que estan dejando caer acaricie mi cara. y entonces sonrio... porque se lo que esto significa, hoy en el parque habría menos gente, esta lluvia haría el resto con los pocos visitantes que ignorasen la celebración.

cuando entro en el parque ya pocos eran los que deambulan por él. aunque artificiales, los cursos de agua me saludan con su ronroneo continuo... hoy todos ronronean... llueve... y empiezo a notar como poco a poco la humedad va calando mis ropas... y sonrio.

mis pasos se relajan, ya no hay prisa por llegar a ningun sitio, me abandono a la contamplación de las formas, colores y aromas que ante mis sentidos se presentan... huele a tierra mojada... llego a una de las formaciones circulares y comienzo a dar vueltas a su alrededor... como danzando bajo la lluvía en torno a un antiguo tumulo, con el repiquetear de las gotas en las hojas de palmera... y me siento uno con los elementos, la tierra bajo mis pies, el aire del exterior, el agua en mi ropa y el fuego de mi interior.

y entonces me quedo solo... en mi ir y venir... en mi bajar y subir... ya cuando siento que la lluvia llega a mi piel decido que es el momento de regresar a casa.

hoy he recibido dos de los mejores regalos que podían hacerme, lluvia y un parque para mi solo.

4 comentarios:

Loli dijo...

Disfruta Zaho, disfruta todo lo que puedas...

Por cierto, me ha dicho mi mitad que estamos a la misma distancia que tú del ecuador. Curioso, ¿no?

MeTis dijo...

disfruta de esos dias que hay pocos alli.

sera cuestion de llevarte a otro sitio para los dias soleados, aunque creo que a ese ya lo has encontrado no? hacemos un cambio, yo te enseñe el doramas, ahora te toca a ti la puntilla... trato?

afri dijo...

Muy bonito tu relato,se nota que disfruta de cada momento y lugar,hoy aquí no se podria describir,tambien como tu lo has hecho de un paseo,estamos a 8 grados bajo cero,y de pasear nada,correr a por el pan y a casita que se congelan los pensamientos,se podria decir:he bajado ha comprar el pan,al salir a la calle me ha dado el frio cortante en la cara parece un cuchillo que corta la piel,pensaba dar un paseo y he tenido que salir corriendo,los pies se quedan tan frios que pesan y no puedo andar,he dado media vuelta y a casa,mañana será otro dia,si hace sol saldré a pasear y ver los pajaritos,será mañana porque hoy no hay ni pajaritos en la calle.

zahoneo dijo...

y tanto que disfrutare cuando pueda...
hoy que ha salido el sol voy a aprovechar y salir un poco a correr...

pues sí que es curioso... hay tantas cosas curiosas :P saludos de una isla pequeña a otra grande :D

eso esta hecho metis, en cuanto te dejes caer por aquí, visita a la puntilla ;)

frío... a ver si con un poco de suerte, de aquí a unos días puedo disfrutar de un poco de frío alcarreño :D